lunes, 27 de abril de 2015

UN HOMBRE DE IGLESIA QUE SIRVIO A LA CONGREGACION Y A LA IGLESIA DE EE UU EN LA CIUDAD DE CHICAGO


VISITAD ESTA RESEÑA FALLECIÓ UN OBLATO DE VERDAD: APASIONADO POR JESUCRISTO Y SERVIDOR INCONDIONAL DE LA IGLESIA. El Cardenal Francis E. George O.M.I., Arzobispo emérito de Chicago (Estados Unidos), después de haber luchado durante varios años contra el cáncer, falleció este viernes, 17 de abril de 2015, a la edad de 78 años. En enero de este año decidió abandonar el tratamiento experimental contra el cáncer y pidió a los católicos que siguieran rezando por él. El Arzobispo de Nueva York y Presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Cardenal Timothy Dolan, expresó sus condolencias y afirmó que "lo extrañaré como pastor, amigo y guía, y sólo puedo agradecerle a Dios por el don que ha sido y que siempre será". Siga leyendo...

¿Quién era este Oblato ilustre e ilustrado? El Cardenal Francis Eugene George, primer Arzobispo nativo de Chicago, estuvo al frente de esta archidiócesis, la segunda más importante de Estados Unidos, desde 1997 a 2014.
De niño tuvo poliomielitis, que le dejó como secuela una leve cojera, razón por la cual no lo admitieron en el seminario diocesano de Chicago. Llamó a las puertas de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada y se las abrieron de par en par. Pronto destacaría por su inteligencia y personalidad. Además del inglés, hablaba correctamente latín, español, francés, italiano y alemán. Fue primero Superior provincial de la Provincia del Este de Estados Unidos y después Vicario General de la Congregación (1974-1986). En 1990 es nombrado Obispo de Yakima y luego, en 1996, Arzobispo de Portland. No había pasado un año cuando le confiaron la diócesis norteamericana que cuenta con más católicos, después de la de Los Ángeles: Chicago, en la cual había nacido y en la que tendría que resolver problemas muy serios. En la toma de posesión dijo a sus paisanos: “No me habéis querido admitir como seminarista; ahora tenéis que recibirme como Arzobispo”. Durante su mandato de Presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, tendría que enfrentarse con el mismísimo Presidente de su País. En cierta ocasión, hablando a sus sacerdotes, lanzó una afirmación que corrió como la pólvora por las redes: “Yo moriré en la cama, pero mi sucesor morirá en la cárcel y el siguiente será asesinado en la calle”.
Juan Pablo II, que lo había creado Cardenal en 1998, le confió los ejercicios espirituales para toda la Curia Romana, incluido el Papa, en 2001. Además fueron cayendo sobre sus espaldas numerosas responsabilidades con una serie de nombramientos como Consultor de diversos Dicasterios vaticanos: de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, de la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia, de la Congregación para las Iglesias Orientales, del Consejo Pontificio para la Cultura, Consejo Pontificio Cor Unum… Durante varios años estuvo al frente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, primero como Vicepresidente y después, hasta la edad de su jubilación, como Presidente. Educación: Hizo el noviciado en los Oblatos de María Inmaculada el 14 de agosto de 1957 y profesó como religioso al año siguiente. Estudió en las Universidad de Ottawa; en la Universidad Católica de América Washington (maestría en filosofía); en la Universidad Tulane, New Orleans (doctorado en filosofía); en la Pontificia Universidad Urbaniana, Roma (doctorado de sagrada teología en eclesiología con la disertación: Inculturation and communion).
Desde 1990 es el moderador episcopal y miembro del consejo de la Oficina Nacional Católica para las Personas con Discapacidades. Ha contribuido con su experiencia personal, dado que a los 13 años de edad libró una dura batalla contra la poliomielitis que le dejó un daño permanente en las piernas. Estará de cuerpo presente durante tres días de celebraciones (21-23 de abril) en la catedral de Chicago. La archidiócesis, siguiendo el talante del difunto, en lugar de coronas de flores, solicita donativos a favor de las organizaciones benéficas favoritas de Francis George: Sacerdotes Jubilados, Asociación de Ayuda Mutua y To Teach Who Christ Is.